Da la bienvenida al otoño con una escapada relax a Vilalba

Si estás buscando desconectar de las prisas del día a día y mimarte con una estancia bienestar en plena naturaleza gallega, el Hotel Spa Attica21 Vilalba es tu destino ideal. Un hotel boutique de 4 estrellas, pensado para ofrecer una experiencia de calma, confort y conexión con el entorno natural.
Sin duda, esta es la estación ideal para hacer esa escapada relax. Y es que los bosques de la Terra Chá, formados principalmente por robles, castaños y abedules, dibujan en estas fechas un colorido paisaje de tonos ocres, dorados y rojizos. El clima, ya más fresco, es aún amable para pasear, y combinar caminatas al amanecer o al atardecer con sesiones de spa por la tarde garantiza un equilibrio perfecto entre movimiento y reposo.
Attica21 Vilalba: bienestar en plena naturaleza
Ubicado en la parroquia de Santaballa, el hotel está en un enclave tranquilo y muy bien conectado. Su joya, el spa: más de 2.500 m² dedicados a la cultura del agua, que se complementan con cabinas de tratamiento, salas de relax y espacios de contraste térmico. El circuito termal es de lo más completo: cuenta con piscina dinámica con río de contracorriente, chorros, géiseres, camas de hidromasaje, jacuzzi con forma de vieira, así como sauna finlandesa, baño turco, termas romanas y duchas de contraste. Para quienes buscan tratamientos más completos, hay envolvimientos (algas, aceites esenciales, envolturas de chocolate) y masajes individuales o en pareja.
En su restaurante se apuesta por los productos locales, con platos tradicionales reinterpretados. Toda una experiencia que podrás disfrutar también de la mano de sus bonos, con una oferta que combina relax y gastronomía, como “Relax & Gastronomía” (sesión de spa con masaje y almuerzo), “Salud y Gastronomía” (sesión de baño en el spa más almuerzo) o “Relax con sabor” (sesión de spa y almuerzo o cena).
Qué hacer en Vilalba en otoño: naturaleza, arte y relax
Una vez estés instalado en el hotel, si deseas disfrutar de la zona, el entorno ofrece múltiples posibilidades para respirar aire puro, caminar entre bosques y riberas y desconectar.
1. Un paseo fluvial y literario
Una de las rutas más recomendables es el paseo fluvial y literario del río Madalena. Se trata de un recorrido de dificultad baja de unos 3 km de longitud, que une el Muíño do Rañego con la Ponte dos Freires, pasando por antiguos molinos, pasarelas de madera y pequeñas presas. A lo largo del trayecto, la ruta literaria (“Paseo dos Soños”) incorpora fragmentos dedicados a escritores y artistas locales. En otoño, con la caída de hojas y el murmullo del río, la experiencia se vuelve aún más evocadora.
2. Ruta por el monte
Para quienes busquen ascender un poco más, la Ruta del Monte Monseivane es otra opción interesante. Empieza en la parroquia de Lanzós, a unos 5 km de Vilalba y pasa, entre otros puntos de interés, por el Castro de Lanzós (un asentamiento celta con muro defensivo). Desde la cima tendrás unas inmejorables vistas de la Terra Chá y el valle circundante.

3. Un tramo del Camino del Norte
Si te encuentras con ganas de una caminata más prolongada, el tramo del Camino del Norte entre Abadín y Vilalba es uno de los clásicos en la zona. Con unos 20 km de distancia y con una duración aproximada de 5 horas, este trayecto atraviesa campos, tramos de bosque y sendero rural. Es más exigente que los paseos anteriores, pero totalmente factible si estás en forma.
4. Área recreativa de A Madalena
Como complemento al paseo fluvial, el Área recreativa de A Madalena merece una pausa. Está situada a orillas del río y consta de zona ajardinada, merendero y parque infantil. También tiene instalaciones deportivas (pistas de tenis, campos de fútbol, pista de voleibol…) que permiten combinar descanso y actividad ligera. Una zona ideal para detenerse a contemplar la ribera, hacer un pícnic o leer entre los árboles.
5. Un paseo por Vilalba
Además de naturaleza, Vilalba ofrece un patrimonio merecedor de una visita: iglesias rurales (como San Simón da Costa), puentes antiguos (como el de Saa o Pontevella), pazos tradicionales (Pazo de Penas‑Corbeiras o el Pazo de Bodán) y restos arqueológicos como castros, mámoas y dólmenes (por ejemplo, la Roza das Modias o el menhir de Pedrachantada). Un paseo por el casco urbano (donde no debes perderte su principal monumento, la Torre del Homenaje) también permite sumergirse en el ambiente local, conocer sus comercios o disfrutar de una deliciosa comida gallega con productos de temporada.
En resumen, una escapada al Hotel Spa Attica21 Vilalba en otoño es una invitación a bajar el ritmo y escapar del estrés. Con su completa oferta de bienestar, su ubicación en un entorno verde y sus rutas naturales cercanas, es un plan perfecto para quienes busquen desconectar en la naturaleza.